Cristo vive en Medellín

Es un milagro capturar esta imagen a 80 kilómetros por hora con una cámara sencilla. Simplemente disparar y ya estuvo, se capturó el caminante de la Regional. El señor del equilibrio, el Judío Errante, el sin nombre de velocidad trabajadora y asalariada. Tal vez, sea una señal, el destino del fin, los pasos de la tragedia que se viene. Tal vez, él sea Jesús, el mismo del que han dicho tantas mentiras y de tanto mencionarlo se haya hecho carne. Se estremece la piel de pensarlo, es el fin hecho en sudadera azul, con morral y equilibrista, invisible ante los pecadores terrenales y visible ante el lente de la cámara de un creyente en todo lo posible.

De muchas maneras Jesús anda rondando la Regional y sus huellas y sus marcas nos anuncian la catástrofe. Arrodillen sus egoísmos y arrepientan sus pecados, escondan sus juicios e invoquen al todo poderoso porque se nos manifiesta de forma que no podamos entender la venida de su mano justiciera.

Una vez dijo, según los escritos encontrados en "ruinas", soy el camino, la verdad ( de verde) y la vida y ahora está en Medellín.

Fuentes del Planeta Rojo aseguran haber visto a Cristo días antes del terremoto en Haití y en Chile. La profesía está escrita.