Esta mañana me despertó un insoportable dolor de cabeza. Apretaba los puños en la sábana para tratar de llevarlo con la respiración mientras pasaba como un huracán. Ningún esfuerzo funcionó. Durante dos meses estuve fumigando el Planeta Rojo y ahora tanta caquita social se me acumuló en la cabeza y por eso duele, tanta injusticia y tanto dolor opaca el asombro a la belleza.
Bienvenidos a los bienvenidos y Pena por los no bienvenidos.
Bienvenidos a los bienvenidos y Pena por los no bienvenidos.
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