Algún día moriré de risa ahogado por todos los tabacos del mundo y de veras será de risa. Por ahora me descoso a carcajadas de la politiquería absurda de los candidatos que pretenden prevenir todas nuestras enfermedades como si lo hubiésemos pedido, cómo si fuese un derecho por reclamar como si morirse no fuese una elección propia o de otros. Desde hace un tiempo el ataque a las personas que fuman ha sido descomunal despreciando, maltratando e incluso insultando a cuanto fumador se cruza en el camino. La culpa es simple, fumar. El crimen es pensar que el no fumador será asesinado por el que lo hace y además están seguros de que en verdad ese humo mata gente y mató a la esposa, enfermo a la abuelita y tiene con asma a los niños. Sin comprobarlo, asignan el culpable de las enfermedades y el dedo es simple: el fumador es el culpable.
Es imposible que en las manos de una politiquera amparada en informes de la Organización Mundial de la Salud esté la salvación de nuestro país, incluso con el cinismo de llamarla “por una Colombia saludable” cuando en este país la atención básica depende de un carnet o de dinero. Nuestra sociedad se convirtió en la sociedad preventiva: “no haga, no consuma, no coma, no tome, no se exponga, evite, prevenga, no toque, no meta, no beba, no fume” y todas las campañas enfocadas a preservar la vida como si fuese eterna.
En Colombia una vida vale entre $2.000 y $50´000.000 dependiendo de quien haya que matar. La señora quiere cuidar a los niños para que no consuman cigarrillo pero muchos niños en Colombia no sólo consumen cigarrillo sino marihuana, basuco, perico, pegante y licor y en muchos casos a los doce años son asesinos. Estos chicos son así porque no lograron ver otras posibilidades en el país que les tocó, porque no encontraron otro camino o simplemente les dio la gana de convertirse en eso. ¿Quién lo puede evitar? ¿Una campaña?, ¿Una ley? ¿Un policía? Nadie lo puede cambiar porque es una elección y es precisamente la ciencia de la vida, saber elegir.
Nadie puede entender porque un político asume cara de sacrificio por un país queriendo salvar a todo el mundo cuando efectivamente nada cambia. Es evidente que es un trabajo y fue una elección para ganar dinero, mucho dinero, la mayor diferencia en comparación con los que ganan el mínimo. Por eso es tan fácil inventar leyes con la boca llena y los bolsillos disponibles al gasto. Nadie puede elegir la suerte de nacer en algún lugar o en alguna familia, pero si puede elegir cómo vivir y hasta cómo quiere morir, una elección que carece de realidad debido a los adelantos violentos.
Por ejemplo si me gusta reírme con mis amigos todo el día sentado en una tienda frente a un cuadro de ajedrez o parqués mientras desocupan todas las botellas de aguardiente posibles durante el día es una definitiva elección de vida y es posible vivir así y morir y nada más. Las personas que eligen los deportes extremos como fuente de vida lo eligen con toda su pasión, lo viven y mueren. El que disfruta volándose las manos con pólvora, previamente tenía conocimiento de lo que podría ocurrir y si lo hace y muere fue su elección. El fin es claro, sólo hay la vida y la muerte es nada pero existe y en todos.
Ahora entremos en lo más ridículo, el informe de la Organización Mundial de la Salud en 2009 sugerido por la Senadora Dilian francisca Toro (http://www.dilianfrancisca.org/webSite/descargas/9diciembre.pdf) dice lo siguiente: “COLOMBIA es uno de los siete países que han implementado una ley totalmente libre de humo, un logro obtenido gracias a la resolución 1956 del 30 de mayo del 2008 y a la ley 1335 del 21 de julio de 2009. La ley 1335 de 2009 cuya autora es la senadora Dilian Francisca Toro, prohíbe el consumo de Productos de Tabaco, en las áreas cerradas de los lugares de trabajo y/o de los lugares públicos, tales como: Bares, restaurantes, centros comerciales, tiendas, ferias, festivales, parques, estadios, cafeterías, discotecas, cibercafés, hoteles, ferias, pubs, casinos, zonas comunales y áreas de espera, donde se realicen eventos de manera masiva. También en instituciones de educación formal y no formal, en todos sus niveles, en Museos y bibliotecas, en establecimientos donde se atienden a menores de edad, en todos los medios de transporte de servicio público, oficial, escolar, mixto y privado, en las entidades públicas y privadas destinadas para cualquier tipo de actividad industrial, comercial o de servicios, incluidas sus áreas de atención al público y salas de espera, en los espacios deportivos y culturales. La ley también prohíbe el consumo de tabaco en áreas en donde el consumo de productos de tabaco genere un alto riesgo de combustión por la presencia de materiales inflamables, tal como estaciones de gasolina, sitios de almacenamiento de combustibles o materiales explosivos o similares”.
Entonces resalto la siguiente frase: “COLOMBIA es uno de los siete países que han implementado una ley totalmente libre de humo” Lo resalto porque es lo más absurdo leído alguna vez. La verdad es que en Colombia cada vez que se enciende un auto se apaga una vida y hay autos por millones en Colombia. A los conductores nadie los desprecia, son los conductores quienes llaman la atención de su género opuesto o similar. Cada vez que se enciende un auto para desplazarse al trabajo es igual a fumarse 30 paquetes de cigarrillos y los peatones, los demás conductores y cualquier ser vivo del camino se absorbe el humo de ese auto y si esos treinta paquetes se multiplican por 20 millones de autos da un total de seiscientos millones de cigarrillos fumados en 30 minutos y los culpables de las enfermedades pulmonares son los fumadores según los expertos.
Por eso sus leyes dan risa, porque acá uno se muere porque se muere y de cualquier cosa o por cualquier razón. Está claro que así como la creencia religiosa, el pueblo come todo el pasto que le entregan sin separar las hojas malas de las buenas. Se enriquecen con discursos baratos y hacen lo que les da la gana con la opinión pública. En acuerdo con los fumadores del mundo está pactado lo siguiente para dejar de fumar completamente si se cumple lo siguiente:
Debe acabarse la corrupción política y militar con el narcotráfico
Debe extinguirse totalmente cualquier manifestación violenta y asesina
Debe extinguirse cualquier negación médica de educación y alimentación en Colombia
Debe desaparecer todo tipo de armas incluso militares en cualquier espacio civil
Todas las personas deben ser sometidas a tratamientos contra la violencia
Todo el mundo debe caminar o montar en bicicleta
Nadie debe volver a dar del cuerpo en agua potable
ETC
Como lo ven es imposible lograrlo, entonces seguiremos fumando porque así es la vida y porque así es la elección. Se pueden meter sus estadísticas y sus odios por donde les quepan porque acá vivimos todos y si un no fumador tiene derecho a invadirme con el humo de su carro yo puedo invadir su carro con mi humo de cigarrillo.
Es imposible que en las manos de una politiquera amparada en informes de la Organización Mundial de la Salud esté la salvación de nuestro país, incluso con el cinismo de llamarla “por una Colombia saludable” cuando en este país la atención básica depende de un carnet o de dinero. Nuestra sociedad se convirtió en la sociedad preventiva: “no haga, no consuma, no coma, no tome, no se exponga, evite, prevenga, no toque, no meta, no beba, no fume” y todas las campañas enfocadas a preservar la vida como si fuese eterna.
En Colombia una vida vale entre $2.000 y $50´000.000 dependiendo de quien haya que matar. La señora quiere cuidar a los niños para que no consuman cigarrillo pero muchos niños en Colombia no sólo consumen cigarrillo sino marihuana, basuco, perico, pegante y licor y en muchos casos a los doce años son asesinos. Estos chicos son así porque no lograron ver otras posibilidades en el país que les tocó, porque no encontraron otro camino o simplemente les dio la gana de convertirse en eso. ¿Quién lo puede evitar? ¿Una campaña?, ¿Una ley? ¿Un policía? Nadie lo puede cambiar porque es una elección y es precisamente la ciencia de la vida, saber elegir.
Nadie puede entender porque un político asume cara de sacrificio por un país queriendo salvar a todo el mundo cuando efectivamente nada cambia. Es evidente que es un trabajo y fue una elección para ganar dinero, mucho dinero, la mayor diferencia en comparación con los que ganan el mínimo. Por eso es tan fácil inventar leyes con la boca llena y los bolsillos disponibles al gasto. Nadie puede elegir la suerte de nacer en algún lugar o en alguna familia, pero si puede elegir cómo vivir y hasta cómo quiere morir, una elección que carece de realidad debido a los adelantos violentos.
Por ejemplo si me gusta reírme con mis amigos todo el día sentado en una tienda frente a un cuadro de ajedrez o parqués mientras desocupan todas las botellas de aguardiente posibles durante el día es una definitiva elección de vida y es posible vivir así y morir y nada más. Las personas que eligen los deportes extremos como fuente de vida lo eligen con toda su pasión, lo viven y mueren. El que disfruta volándose las manos con pólvora, previamente tenía conocimiento de lo que podría ocurrir y si lo hace y muere fue su elección. El fin es claro, sólo hay la vida y la muerte es nada pero existe y en todos.
Ahora entremos en lo más ridículo, el informe de la Organización Mundial de la Salud en 2009 sugerido por la Senadora Dilian francisca Toro (http://www.dilianfrancisca.org/webSite/descargas/9diciembre.pdf) dice lo siguiente: “COLOMBIA es uno de los siete países que han implementado una ley totalmente libre de humo, un logro obtenido gracias a la resolución 1956 del 30 de mayo del 2008 y a la ley 1335 del 21 de julio de 2009. La ley 1335 de 2009 cuya autora es la senadora Dilian Francisca Toro, prohíbe el consumo de Productos de Tabaco, en las áreas cerradas de los lugares de trabajo y/o de los lugares públicos, tales como: Bares, restaurantes, centros comerciales, tiendas, ferias, festivales, parques, estadios, cafeterías, discotecas, cibercafés, hoteles, ferias, pubs, casinos, zonas comunales y áreas de espera, donde se realicen eventos de manera masiva. También en instituciones de educación formal y no formal, en todos sus niveles, en Museos y bibliotecas, en establecimientos donde se atienden a menores de edad, en todos los medios de transporte de servicio público, oficial, escolar, mixto y privado, en las entidades públicas y privadas destinadas para cualquier tipo de actividad industrial, comercial o de servicios, incluidas sus áreas de atención al público y salas de espera, en los espacios deportivos y culturales. La ley también prohíbe el consumo de tabaco en áreas en donde el consumo de productos de tabaco genere un alto riesgo de combustión por la presencia de materiales inflamables, tal como estaciones de gasolina, sitios de almacenamiento de combustibles o materiales explosivos o similares”.
Entonces resalto la siguiente frase: “COLOMBIA es uno de los siete países que han implementado una ley totalmente libre de humo” Lo resalto porque es lo más absurdo leído alguna vez. La verdad es que en Colombia cada vez que se enciende un auto se apaga una vida y hay autos por millones en Colombia. A los conductores nadie los desprecia, son los conductores quienes llaman la atención de su género opuesto o similar. Cada vez que se enciende un auto para desplazarse al trabajo es igual a fumarse 30 paquetes de cigarrillos y los peatones, los demás conductores y cualquier ser vivo del camino se absorbe el humo de ese auto y si esos treinta paquetes se multiplican por 20 millones de autos da un total de seiscientos millones de cigarrillos fumados en 30 minutos y los culpables de las enfermedades pulmonares son los fumadores según los expertos.
Por eso sus leyes dan risa, porque acá uno se muere porque se muere y de cualquier cosa o por cualquier razón. Está claro que así como la creencia religiosa, el pueblo come todo el pasto que le entregan sin separar las hojas malas de las buenas. Se enriquecen con discursos baratos y hacen lo que les da la gana con la opinión pública. En acuerdo con los fumadores del mundo está pactado lo siguiente para dejar de fumar completamente si se cumple lo siguiente:
Debe acabarse la corrupción política y militar con el narcotráfico
Debe extinguirse totalmente cualquier manifestación violenta y asesina
Debe extinguirse cualquier negación médica de educación y alimentación en Colombia
Debe desaparecer todo tipo de armas incluso militares en cualquier espacio civil
Todas las personas deben ser sometidas a tratamientos contra la violencia
Todo el mundo debe caminar o montar en bicicleta
Nadie debe volver a dar del cuerpo en agua potable
ETC
Como lo ven es imposible lograrlo, entonces seguiremos fumando porque así es la vida y porque así es la elección. Se pueden meter sus estadísticas y sus odios por donde les quepan porque acá vivimos todos y si un no fumador tiene derecho a invadirme con el humo de su carro yo puedo invadir su carro con mi humo de cigarrillo.
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