Elevando sueños y cometas

La magia de las cometas desapareció mientras crecía entre las hormonas de la adolescencia y los salones de clase y 20 años después regresó la magia en agosto. Para elevar una cometa a uno no le preguntan si tiene trabajo, de qué se tituló en la universidad, si sabe inglés o cuáles negocios tiene pendiente. Para elevar una cometa se necesita paciencia, comunicación directa con el viento, puede hablar español, puede no tener $100 pesos en el bolsillo y mucha necesidad de asombro.

Por supuesto, también necesita una cometa del color y material que desee. Luego, el viento se encarga de lo demás y usted se encarga de descubrir esa magia, esa competencia con las cometas vecinas; cuál sube más, cuál pide más pita, cuál hace más piruetas o cuál tiene la cola más larga y como en nuestra sociedad los sueños van amarrados a lo que el dinero nos ofrece, las cometas nos amarran los sueños al viento a sentirse e imaginarse arriba, volando.

Luego, el resultado es un recuerdo de infancia y una vivencia de grande infante que no deja morir la capacidad de asombro en un mundo que mata los sueños todos los días.


3 comentarios:

eromero dijo...

Hola César

cometa, sueño, magia

parece sincrónico las cosas que escribes con las que piensas, con las que vives y expresas.

Un cometa, como dices es un medio para descubrir el asombro, de soñar en volar al final del hilo. de enmagiar tu vida por un instante, y de soltar en el aire los sueños de volar en él.

¿sabes a donde van los sueños cuando el cometa vuela?

saludos desde Xalapa, Ver. México
Enrique

Diana Carolina Zapata Vallejo dijo...

Hola, Rojo:

Buenos vientos para las cometas de sueños que se convierten en realidades.

Abrazos!!!

Diegothic dijo...

Que bonita esta la cometa.
¿Hecha en el pueblo con mucho amor?
¿por qué no es roja?
¿Cuantos metros de hilo uso?
¿Cuando la cometa estaba en el aire deseaste dejar ir, dejarla sin el cable a tierra?

Dime.
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