Hoy jueves 21 de mayo el Planeta Rojo recibió el siguiente mensaje firmado por Edisson Camilo Betancurt Ruiz:
“mi solicitu seria por favor si nos podian colaborar para un semaforo en la esquina de la calle 79 para la abenida carabobo por que ya an susedido dos asidentes uno ase como dos meses una moto cojio a un señor ya de edad y hoy 21 de mayo de 2009 se chocaron dos motos por eso le pedimos un favor la comunida que nos pongan un semaforo lo antes posible muchas gracias por su atención”
Respuesta a Edisson:
Buenas noches Edisson, el Planeta Rojo se une a su voz y además confirma que la accidentalidad de motociclistas en Medellín va más allá de ubicar o no un semáforo. En Medellín se mueren más personas por las motos que por el humo de cigarrillo y al Ministerio de Protección Social parece no importarle.
Cada día en Medellín se muere por lo menos un motociclista y aunque hay conductores prudentes, parecen más los imprudentes y a eso se le suma que la persona es el vehículo, es decir, está completamente indefenso. En un accidente no sólo se perjudica el motociclista sino quién colisiona con él y se va convirtiendo en una cadena de complicaciones legales y traumas humanos. La venganza japonesa está cumpliendo su objetivo con nuestros montañeros y hasta con la policía, con las motos nadie se salva.
“mi solicitu seria por favor si nos podian colaborar para un semaforo en la esquina de la calle 79 para la abenida carabobo por que ya an susedido dos asidentes uno ase como dos meses una moto cojio a un señor ya de edad y hoy 21 de mayo de 2009 se chocaron dos motos por eso le pedimos un favor la comunida que nos pongan un semaforo lo antes posible muchas gracias por su atención”
Respuesta a Edisson:
Buenas noches Edisson, el Planeta Rojo se une a su voz y además confirma que la accidentalidad de motociclistas en Medellín va más allá de ubicar o no un semáforo. En Medellín se mueren más personas por las motos que por el humo de cigarrillo y al Ministerio de Protección Social parece no importarle.
Cada día en Medellín se muere por lo menos un motociclista y aunque hay conductores prudentes, parecen más los imprudentes y a eso se le suma que la persona es el vehículo, es decir, está completamente indefenso. En un accidente no sólo se perjudica el motociclista sino quién colisiona con él y se va convirtiendo en una cadena de complicaciones legales y traumas humanos. La venganza japonesa está cumpliendo su objetivo con nuestros montañeros y hasta con la policía, con las motos nadie se salva.
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