Abrí los ojos a las 6 de la mañana y ahí estaba don Carlos Ignacio Cuervo manifestando en tono de regaño y rabia que los fumadores son la peor plaga del universo. No lo dijo en esas palabras pero así lo sentí y eso es lo que importa. Se desplomaron las lagañas y me despertó la incoherencia de un sujeto que pide a gritos espacios libres de humo: “prohibido fumar en lugares públicos, bares, restaurantes, discotecas”. La verdad en ningún sentido afectaba mi naturaleza aceptada y cancerigena pero era ridículo escuchar a un personaje sin autoridad moral definida para prohibir disfrutar de las minucias ingeniosas y placenteras del ser humano
Para que ahora venga a dárselas de salvador en un planeta que respira veneno y lo necesita para vivir. Acepto que a la persona que no fuma le moleste el humo porque le huele maluco. ¿pero que muera por olerlo? Más fácil lo mata una bala de un sicario o atracador, un petardo en el centro, un terremoto, un avión, conducir un auto, comer mucha hamburguesa, tomar licor, comer grasas, tener orgasmos, hacer dinero con pirámides, deberle a un paga diario, asistir a las urgencias de una EPS, ir a un partido de fútbol, tragarse la espina de un pescado, cogerse a patadas en un concierto de punk, por recibir una botella voladora de aguardiente antioqueño en un concierto de vallenato, un accidente de transito, un rayo o lo que sea, ¿pero el humo de un fumador?, no tiene cuando y mucho menos como usted lo plantea.
Además morir señor Cuervo, también es una decisión y nadie más que ustedes los expertos en el control de población lo deben saber y lo digo por las urgencias de los centros médicos que usted debería estar vigilando en vez de joderle la vida a dos personas que intercambian besos en la mesa de un bar, se fuman su cigarrillo lentamente sin afán mientras oyen esa canción que les gusta y se van felices a su casa por esa noche tan maravillosa. Es más, son felices cuando mezclan sus alientos y entre sus bocas permanece esa nicotina que recuerda y es memoria en el otro.
Bueno, es muy difícil que usted distinga lo que es un placer y lo que no en este mundo de muertos que se mueren todos los días y que infortunadamente usted no puede evitar. Le informo que se mueren de todo y contrario a las estadísticas, en Medellín se muere más gente por balas que por humo. Su norma no es más que un pretexto frustrado de su frustración y créame que le recomiendo de corazón la película Gracias por Fumar. Sin duda usted es igual al senador de la película, es una coincidencia hasta chistosa y por fortuna y gracias al divino usted no quedó de Alcalde de nuestra ciudad, seríamos tan patéticos con la administración municipal en manos de alguien que no tiene sentido común.
Mi mensaje es recapacitar, dialogar, crear una mesa de distensión y respetar las decisiones de vivir. Si en una discoteca fuman y me molesta no voy si me molesta y si no fumo pues me tomo un aguardiente y rico un cigarrillito. Igual, el consumo de licor y drogas y vida y cigarrillo dan felicidad y que usted no lo quiera aprovechar es problema suyo, pero no decida por los demás.
7 comentarios:
Completamente de Acuerdo!!!!
Te fumas un cigarrillito con migo???
Ya somos tres.
Entonces, un cafecito???
Por supuesto: café, cigarrilo y buena compañia. Diego y Yiya
Ayy parcero, zanja! zanja!
Zanja??? por singular o por el hueco en el que nos tienen?
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