Andrés Calamaro en Medellín: un concierto muy Rojo

Andrés Calamaro mató a Medellín

Andrés Calamaro dejó a Medellín con ganas después del concierto que realizó en la ciudad el 16 de octubre en la plaza de toros La Macarena. Ahí corto dos orejas y la cola y salió triunfante de un espectáculo que hizo gritar al punto de sobrepasar la voz del cantante. Canción tras canción las gradas de la plaza de toros se sacudieron como las cuerdas vocales de los asistentes.

Para Andrés Calamaro fue una sorpresa encontrarse con un público que complementó su espectáculo. La historia del concierto de Calamaro inició con una carta en la que una persona le invitaba a venir a Medellín y que además le narraba sobre la marcha que se hizo para que viniera y el grupo en Facebook y otros eventos que sorprendieron al cantante. No se pudo negar y valió la pena porque la gente de Medellín lo trató como el dios del amor, el tango y el rock.

Tan puntual como una cita con la muerte inició el concierto y los olé, olé, olé Andrés, Andrés, reventaron la acústica del recinto. Unos cerraban los ojos y empujaban con las manos el aire para impulsar la voz y todos querían hacerle entender al argentino que cantaban su canción de día, de noche, por la que se fue, para la que está, con el trago en la mano y la amante en los labios.

Andrés Calamaro dejó antojado a Medellín y se fue con la promesa de volver porque es un soplo la vida y no tendremos que esperar 20 años para entonar en un solo coro con las voces de la ciudad las canciones del amor y la vida.

En Medellín murió Gardel y por Medellín pasó Calamaro, sobrevivió y salió por la puerta grande.


Me gustan los caramelos rosados y jugar con el humo del cigarrillo mientras espero. También me gusta escuchar las canciones que cantan otros porque no se cantar las mias y me gusta imaginarte, también eso me gusta.



Jugar con Fuego


Yo tengo cuatro claveles
uno por cada motivo
el encuentro, tu mirada
mi secreto, nuestro olvido
estoy jugando con fuego
y en la yema de los dedos
tengo el tacto de los días
tengo el tacto de las noches
tengo el tacto de los dos

es inmoral sentirse mal
por haber querido tanto
debería estar prohibido
haber vivido
y no haber amado
por eso tírame un beso
que sigo preso
de nuestro encierro
jugar con fuego

si me quedé sin aliento
y no pude dar contigo
va a venir la noche negra
para quedarse conmigo
porque jugando con fuego
puede ser que se lastime
puede ser que se lastime
puede ser que sufra un poco
y nos queremos los dos

es inmoral sentirse mal
por haber querido tanto
debería estar prohibido
haber vivido
y no haber amado
por eso tirame un hueso
que sigo preso
de nuestro encierro
jugar con fuego
estás jugando con fuego
por un tanto así
y muy juntitos los dos
para vos, reina.

No hay comentarios: